13 junio 2011

Un Berrako en el Maratón Alpino Madrileño 2011

Ayer completé mi segundo Maratón Alpino Madrileño. Es una prueba que se adapta perfectamente al prototipo de prueba Berraka: 43 km y 5.300metros de desnivel acumulado por la sierra de Madrid (como en nuestra propia casa).
Por si la dureza del recorrido no fuera suficiente, el día amaneció caluroso y sin ninguna nube en el cielo. El sufrimiento estaba garantizado. También el disfrute.
Comencé la prueba con un ritmo no muy fuerte, acompañado de mi hermano y dos amigos más (les había convencido para participar y acordé acompañarles hasta la mitad de carrera).


Con mucho calor desde el principio (a pesar de comenzar a las 8 de la mañana) subimos desde Cercedilla a Bola del Mundo, bajamos a Cotos y comenzamos la ascensión de Peñalara. En mitad de la subida (km 18 de la carrera), mi espíritu berrako necesitaba probar al límite sus fuerzas y me despedí del resto de mi manada, no sin que antes un dominguero nos hiciera una foto conmemorativa.


A partir de ahí comenzó mi progresión. Parecía un berrako desbocado bajando desde Peñalara y también subiendo por el Tubo de Cabezas hasta Cabeza Menor (una subida de 2km de largo con 550m de pendiente positiva). Como no paraba de adelantar corredores, mi entusiasmo no desfalleció y seguí corriendo en progresión hasta llegar de nuevo a Navacerrada. En mi camino me crucé con muchos montañeros que estaban pagando los excesos de haber salido muy rápido y de las altas temperaturas.
Ya en Navacerrada, y después de haber bajado corriendo el tramo desde la Bola del Mundo, mis músculos y mis fuerzas empezaron a resentirse, y sólo la capacidad de sufrimiento (que caracteriza a cualquier buen berrako) me permitió continuar corriendo a buen ritmo los 8 km que quedaban hasta la meta en Cercedilla.

Al final hice un tiempo de 6 horas 40 minutos, consiguiendo la posición 176 de los 351 corredores que llegaron a meta. Haciendo cuentas, desde que me separé de mi grupo en Peñalara adelanté a más de 140 corredores, y llegué a meta sin un gramo de energía en la reserva y con la satisfacción del deber cumplido (tenía que bajar marca con respecto a mi primera participación).


En resumen, una experiencia increíble. Animo desde aquí a todos los Berrakos del mundo a que el año que viene se apunten conmigo a este bonito desafío por la montaña madrileña.
Os dejo el perfil de la prueba para que vayáis abriendo boca...



Un abrazo,
César